En Antonio Esteban e Hijos ya os hemos informado anteriormente de la importancia que tiene el puente térmico de cara a la eficiencia y ahorro energético en nuestro hogar.
Si habéis sustituido en alguna ocasión las ventanas de vuestro hogar o vais a instalar unas nuevas, seguro que habéis oído el termino rotura del puente térmico. Pero, ¿qué es exactamente?
Los puentes térmicos de un edificio son las zonas de la envolvente del mismo en las que se existe una variación de la uniformidad de la construcción, ya sea por un cambio del espesor del cerramiento, de los materiales empleados, por penetración de elementos constructivos con diferente conductividad, etc., lo que conlleva necesariamente una disminución de la resistencia térmica al resto de los cerramientos.
Para entendernos: un puente térmico se comporta en la envolvente de un edificio como un agujero en un cubo de agua. De la misma amera que el agua se va del cubo, sí se pierde la temperatura interior respecto a la del exterior.
Las ventajas del uso de la rotura de puente térmico son:
El ahorro de energía: La legislación es cada vez más estricta en materia de eficiencia energética de los edificios ya que el objetivo es reducir la emisión de CO2.
La limitación de la condensación: Cuando la temperatura exterior es muy baja y en el interior hay una humedad relativa elevada, se da el fenómeno de la condensación sobre los perfiles interiores.
Acabado interior y exterior: Los acabados de las ventanas pueden ser diferentes, permitiendo así mantener la estética exterior del edificio y dar a su vivienda un estilo propio.
Protocolo de Kyoto: Cumple con las exigencias tanto del Protocolo de Kyoto como del Código Técnico de la Edificación implantado en España.
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