Ahorrar energía es sinónimo de reducir la contaminación
El aislamiento térmico reduce la contaminación, y es uno de los motivos por los que se ha desarrollado el Código Técnico de la Edificación. La carpintería de PVC cumple las exigencias de transmitancia del CTE sin ningún tipo de restricciones, por lo que puede colocarse en el 100% del territorio español.
La instalación de ventanas de PVC reduce el consumo energético en los hogares hasta en un 45% más que el aluminio y un 15% que la madera según los datos arrojados por un estudio realizado por la Universidad de Cataluña.
Asimismo, las ventanas y cerramientos fabricados con perfiles de PVC contribuyen a lo largo de su ciclo de vida, más que los otros materiales, alternativos, a minimizar las emisiones de C02 a la atmósfera
La carpintería de PVC ni se oxida, ni se corroe
Y es que el PVC es un producto químicamente inerte y completamente inocuo, cuya molécula se compone en un 43% de derivados de combustibles fósiles y un 57% de derivados de la sal común, un recurso prácticamente inagotable.
Es importante resaltar que más del 65% de las aplicaciones de PVC tienen una vida útil muy larga, llegando a los 100 años. Otras de las propiedades destacables del PVC, es que es liviano, químicamente inerte, térmicamente mu aislante, difícilmente inflamable, auto extinguible, reciclable y de muy fácil mantenimiento, características que lo hacen ideal para la fabricación de ventanas.
Versatilidad
Además el sector de la construcción acapara gran parte de las aplicaciones del PVC, por su enorme variedad de productos que tiene este material debido a su versatilidad.
Con PVC es posible fabricar productos rígidos o flexibles, transparentes, translúcidos u opacos, ligeros a la vez que resistentes, para un solo uso o para décadas de vida útil.