La semana pasada nos encontramos con un interesante artículo publicado en el diario digital expansion.com, que analizaba el presente y el futuro de las llamadas "Passivhaus".
Desde hace muchos años organizaciones, arquitectos y constructores han maximizado sus esfuerzos para edificar de una forma más eficiente, en la actualidad uno de los estándar más extendidos en Europa es el propuesto por el Passivhaus Institut, que ejerce como certificador, otorgando su sello a las edificaciones que así lo soliciten, y para ello, se controla el proceso de construcción desde el inicio.
Para hacernos una idea de la abismal diferencia que existe entre la normativa Española actual, si la comparamos con los patrones del Passivhaus Institut, es que este ultimo exige para un edificio certificado un consumo tope de 15 kWh /m²a (kilowatios hora por metro cuadrado y por año), frente a los niveles propuestos por la Administración en España, que rondan entre un 40 y 60 kWh /m²a.
¿Cómo se consigue tal eficiencia energética? Para ello, debemos cambiar radicalmente nuestro concepto de vivienda, una "Passivhaus" no es un tipo de casa, sino una forma de construir que cuida al máximo la envolvente del edificio, los puentes térmicos y hasta un sistema de ventilación controlada con recuperación del calor.
Si hablamos de costes, según los expertos, esta nueva filosofía de edificación aumenta claramente los costes inicial, pero sorprendentemente tan sólo entre un 3% o 5%, dependiendo del edificio y su tamaño.
Eso si, los niveles de ahorro enérgico son tan elevados que pueden suponer una reducción de hasta el 75% en las necesidades de calefacción y refrigeración, apoyándose además en energías renovables para cubrir la poca energía suplementaria que se requiera.
¿Quieres saber más sobre las Passivhaus? ¡No pierdas de vista este interesante artículo!
